¿Por qué se me mueren las plantas?

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¿Te suena la frase “todas las plantas se me mueren”?

Típico: Tienes un espacio en casa y quieres poner una planta bonita, al final será un buen adorno.
Llegas a casa, la colocas y después de unas semanas empieza a deteriorarse y finalmente muere. A
veces repites el proceso varias veces con el mismo resultado. ¿Qué está pasando? En la mayoría
de los casos, el problema está al elegir tu planta. Por lo general buscas una planta que te gusta y la
colocas donde se ve bonita, y no donde la planta necesita.

Un ejemplo, tienes un espacio en una cómoda de tu sala, tiene luz natural pero está lejos de una
ventana: no es un sitio demasiado iluminado y no recibe luz directo. Siembras un nopal en tierra
negra y decides que se ve muy bien ahí. Pero el nopal requiere sol directo varias horas al día y no
lo recibe. Además, es una planta que requiere muy poca humedad, y como la tierra negra absorbe
mucha agua en cada riego, al estar en un lugar sin sol, tarda mucho en evaporarse, se generan
hongos y se pudre tu planta. Finalmente muere.

Entonces, ¿cómo cuido mi planta?

Investiga por tu cuenta los requerimientos de cada planta, la jardinería es un mundo maravilloso.
Compra tus plantas en lugares donde te puedan asesorar sobre sus requerimientos. Un tip: En
ciertos lugares con tal de concretar una venta, te dicen lo que quieres escuchar. Si tomas una
planta y preguntas si es de sol, el vendedor asume que te gusta y que la quieres poner en un lugar
soleado, por lo que te dirán que sí para que la adquieras. No es ético, pero sucede. Aunque te
dijeran que sí es de sol o lo leas en internet, pregúntante ¿cuánto sol le va a dar: 2 horas o todo el
día? ¿Es el sol de Acapulco o el sol de Toluca?

Mejor pregunta qué requerimientos tiene una planta y tú decide si se adapta al lugar donde la
quieres colocar.

Sustrato, luz y agua son la clave

Todas las plantas necesitan estos tres elementos para vivir, pero con sus diferencias. Es como si
tengo en casa tres mascotas: Un perro, un canario y un pez. Todos necesitan comer, pero
alimentos distintos. Si yo compro alpiste para mi canario y con eso alimento al perro y al pez, es
probable que no coman. Y si lo hacen, no tendrán la alimentación ideal y acabarán enfermándose
y muriendo.

Sustrato

Es donde sembramos nuestra planta y que comúnmente llamamos “tierra”, y existen de diferentes características, aunque los más comunes son:

Tierra negra. Es polvo negro muy fino, tiene muchos nutrientes y guarda mucho la humedad. Tiene la característica de que se compacta fácilmente, por lo que es recomendable revolverla con algo más.
Tierra de hoja. Son hojas muertas en proceso de descomposición y forman un sustrato muy suelto donde no se acumula mucho el agua.
Tierra preparada. Es tierra negra mezclada con tierra de hoja triturada. Es la tierra que comúnmente conocemos, no es polvo, puede tener restos de hojas o raíces, y es ideal para la mayoría de plantas de interior, hortalizas, flores y árboles frutales.
Sustrato para plantas suculentas y cactus. Los hay con diferentes composiciones, pueden ser a base de trozos de corteza, fibra de coco o rocas pequeñas, generalmente tezontle (color rojo o negro), tepojal (piedra muy ligera color blanco o amarillo), y otros componentes. Estos sustratos tienen la característica de contar con un drenaje rápido, es decir, el agua escurre rápidamente, por lo que guarda poca humedad. Es lo que necesitan las plantas suculentas y las cactáceas, ya que estas plantas son originarias de ambientes desérticos o semidesérticos y se pudren fácilmente en tierra negra o tierra preparada.
Agua. Sí, el agua también es un sustrato. Si bien no siempre es su ambiente natural, hay plantas que resisten y viven inmersas sólo en agua, como el teléfono, el bambú de agua, la cuna de Moisés, entre otras.

Luz

Habrás escuchado que hay plantas de sol, de sombra y de resolana. Son términos coloquiales que
no tienen una definición muy clara, por lo que pueden interpretarse de diferentes maneras.

Sol. Llaman plantas de sol a aquellas que puedes tener al exterior en sol directo, como las cactáceas, árboles frutales o ciertas flores. Pero ten cuidado con el número de horas de sol, que dependerá de la intensidad y temperatura del lugar donde resides, así como del tamaño de las plantas. En su ambiente natural, ciertas cactáceas crecen en desiertos a la sombra de otras plantas o rocas, es decir, reciben sol directo unas horas al día y en otras tienen sombra, a pesar de ser un ambiente muy caluroso. Algunas cactáceas de pocos centímetros difícilmente resistirán si lo colocas en la azotea de tu casa si vives cerca de la playa con temperaturas de +35oC y recibe 8hrs de sol al día.

Resolana. Se le llama resolana a recibir el sol de forma indirecta: a través de un cristal, una mallasombra, un domo, un plástico tipo invernadero, una lámina traslúcida, una cortina semitransparente, etc., así que es un término un tanto ambiguo porque cada material filtra el sol de diferente manera. También puede variar de acuerdo a la intensidad del sol del lugar donde vives. Pero en general las plantas de resolana requieren sitios con una temperatura estable, de templado a cálida, muy iluminados con sol indirecto al menos un par de horas al día.

Sombra. Las plantas de sombra son las plantas de interior, que requieren luz natural pero sin recibir sol directo ni indirecto. Así que deben estar dentro de una casa u oficina. También debes considerar que hay muchas plantas de interior y cada una se adapta a diferentes ambientes, ya que en el interior también hay diferencias. Una orquídea requiere un lugar muy iluminado pero sin recibir sol directo, por lo que hay que ponerlas cerca de ventanales. Pero un palo de Brasil, una cuna de Moisés o un teléfono pueden adaptarse a habitaciones con luz artificial (de focos) o con poca luz natural, donde apenas alcanzas a leer.

Agua

Todas las plantas requieren riego, pero en diferentes cantidades. Como dijimos párrafos arriba, algunas pueden vivir directamente en agua. Algunas hortalizas como la fresa o la lechuga, requieren regarse todos los días. Plantas desérticas como ciertos cactus, lithops y otros, debes regarlos dos veces al mes o quizá menos.

Toma en cuenta que el exceso de humedad puede pudrir tu planta o generar hongos que la enfermen. Por lo general, debes esperar a que se seque el sustrato antes de volver a regar. Introduce un palito de madera a la maceta y verifica si en el interior está húmedo o no. Quizá en la capa superficial esté seco, pero no así en el interior.

No todas las casas son iguales

Dos casas en la misma ciudad, incluso en la misma calle pueden tener ambientes muy distintos. Algunas casas son muy cálidas y luminosas, otras oscuras, húmedas y frías. Por eso es difícil dar cuidados para tus plantas como si fueran recetas de cocina. Cuando te digan que una planta debes regarla dos o tres veces por semana, tómalo como una guía, pero mejor aprende a “leer tu planta”.

Las plantas siempre muestran rasgos de deshidratación antes de morir. En hortalizas y plantas de interior como la cuna de Moisés las hojas se debilitan y tienden a caerse hacia el suelo por falta de agua (no se desprenden) y tres o cuatro horas después del riego ya están muy felices. Si en tu casa eso sucede, riega tu planta con más frecuencia, no importa que te hayan dicho que riegues cada 5 días. En plantas suculentas y algunas cactáceas, su cuerpo carnoso se arruga cuando les falta riego, debido a que la planta consume el agua que tiene almacenada en su interior, y su cuerpo terso se asemeja a las yemas de nuestros dedos cuando estamos mucho tiempo en el agua. A esa planta le urge riego, una vez que lo tenga,

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